Empotrada frente a la encimera me encontré, liberando mi mente, desnudando mi corazón, gritando de placer y perdiendo el conocimiento mientras tus dedos acariciaban aquella harina como la blancura que yo perdí hace días y que no anhelo.
Así forjamos nuestro domingo de pasión pastelero en una casa para ti, para mí, silenciosa y solitaria. Bienvenida a mis domingos te susurré mientras a través del cristal, observaba tu cara de satisfacción con esa gran sonrisa que siempre te caracteriza.
Sinceramente, he disfrutado tanto recordando este fin de semana que me pongo a pensar y me asombro a mi misma de estar creando recuerdos para la eternidad. Quizás has llegado en el mejor momento, quizás me has salvado y quizás jamás pueda agradecértelo.
Lo mejor de todo, es que el fin de semana aún no ha finalizado y siempre nos quedaran nuestros cafés domingueros en Chueca mientras confundimos a los turistas de dirección.
Así forjamos nuestro domingo de pasión pastelero en una casa para ti, para mí, silenciosa y solitaria. Bienvenida a mis domingos te susurré mientras a través del cristal, observaba tu cara de satisfacción con esa gran sonrisa que siempre te caracteriza.
Sinceramente, he disfrutado tanto recordando este fin de semana que me pongo a pensar y me asombro a mi misma de estar creando recuerdos para la eternidad. Quizás has llegado en el mejor momento, quizás me has salvado y quizás jamás pueda agradecértelo.
Lo mejor de todo, es que el fin de semana aún no ha finalizado y siempre nos quedaran nuestros cafés domingueros en Chueca mientras confundimos a los turistas de dirección.
One Response to 300 gramos de azúcar para endulzar
Hola guapita!
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