En mi casa, se aprovecha a que toda la familia se junte en Navidad para discutir. Somos pocos pero cuando mi hermana da voces, es como el megáfono de un Carrefour. Podría oírla desde el rincón más alejado de mi casa.
Creo que las broncas navideñas tienen otro color. Desde que mi abuela entra en mi casa, la tensión se mastica y parece maizena en la boca de cualquier persona resacosa. En definitiva, un drama con pedigrí.
Por eso, no hay año en el que mi portátil se quede en Madrid.
Lo dicho, felices fiestas a todos.Creo que las broncas navideñas tienen otro color. Desde que mi abuela entra en mi casa, la tensión se mastica y parece maizena en la boca de cualquier persona resacosa. En definitiva, un drama con pedigrí.
Por eso, no hay año en el que mi portátil se quede en Madrid.
Publicar un comentario