Ella me robaba horas de sueño mientras yo le abría mis bolsillos para hacerlo. Se había llevado tanto tiempo de dormir que se me había olvidado cómo era soñar. Sin embargo, ya no lo necesitaba porque había recuperado algo mucho mejor, la posibilidad de sentir primitivamente.
Buscador
Fotomatona
Echa un vistazo a mis fotografías en Instagram. Seguro que no tienen desperdicio alguno ;)
Categorías
Autosombreado
(147)
Campus Party
(4)
Cartas
(30)
Casa L
(9)
Casa Roja
(38)
Ciudad Real
(40)
Click
(99)
Consejos de la abuela Cañi
(12)
De antaño
(18)
España
(20)
Familia
(6)
Gran Hermano
(4)
Italia
(15)
Madrid
(147)
Me das miedote
(16)
México
(72)
Moleskine
(53)
Otros
(31)
Reino Gominola
(18)
Rostros
(5)
Teléfono de aludidos
(19)
Trabajo
(29)
Tratos para no dormir
(5)
Una bolli en la mochila
(113)
Universidad
(28)
Videosos
(3)
Archivo
-
▼
2013
(69)
- ► septiembre (5)
-
▼
agosto
(19)
- Las salsas del domingo
- Ardiendo
- Lugares
- Eternamente agradecida
- Caotizar [Texto 2]
- Caotizar [Texto 1]
- Yo no sé mañana
- ¡Una almohada, por favor!
- La posibilidad de sentir
- Dobles
- Aeropuertos, sexo y postureos
- Las canicas
- Periférica
- Promesas empapadas de gasolina
- La búsqueda de lo jamás perdido
- Dar rodeos
- Effervescent Tattoo
- Jerez y Cádiz
- Y si ...
-
►
2012
(122)
- ► septiembre (20)
-
►
2011
(102)
- ► septiembre (8)
-
►
2010
(115)
- ► septiembre (9)
-
►
2009
(96)
- ► septiembre (6)
-
►
2008
(67)
- ► septiembre (18)
Publicar un comentario