Me quema la ropa que me pongo cada día.
Me queman las sábanas que acarician mi cuerpo.
Me queman las palabras que hay en mi piel.
Me quema la ausencia del polo positivo.
Me queman mis ojeras que preguntan por ti.
Me quema este sin aliento.
Me quema lo que has aprendido a aceptar.
Me quema tu siembra en mi.
Me quema cada paso forzado a otro lugar.
Me queman los nudos que impiden que la sangre llegue a mi deshauciado corazón.
Cuando todo sean cenizas, la vida volverá a adquirir su sentido y volveré a ser la misma que un día sorprendiste con "debes dejarte abrazarte más". Alea iacta est.
Me quemas tú.
Me prendo fuego yo.
Me queman las sábanas que acarician mi cuerpo.
Me queman las palabras que hay en mi piel.
Me quema la ausencia del polo positivo.
Me queman mis ojeras que preguntan por ti.
Me quema este sin aliento.
Me quema lo que has aprendido a aceptar.
Me quema tu siembra en mi.
Me quema cada paso forzado a otro lugar.
Me queman los nudos que impiden que la sangre llegue a mi deshauciado corazón.
Cuando todo sean cenizas, la vida volverá a adquirir su sentido y volveré a ser la misma que un día sorprendiste con "debes dejarte abrazarte más". Alea iacta est.
Me quemas tú.
Me prendo fuego yo.