Archivar como marzo 2010

La maldición de los domingos


Piedras al corazón...
Dentro de poco, podré decir que no moriré sin haber visto a Iván Ferreiro en concierto. El resto del puto mundo puede gritarme al oído que hoy, estoy hasta el higo de tanta buena educación.

Escrito en | Dejar un comentario

Decisiones

Todos los días tomamos multitud de decisiones. Izquierda o derecha, arriba o abajo, cara o cruz ...

Algunas requieren un momento reflexivo pero carecen de importancia. Existen ciertas decisiones sobre las cuales no hemos reflexionado y otras tantas, surgen y nos acorralan cuando menos lo esperamos.

Pero en mi opinión, las peores son aquellas decisiones tomadas con tanta rapidez que se nos hacen difíciles de creer. Tal vez sea porque no fuimos nosotros quienes las tomamos.

Escrito en | Dejar un comentario

En honor a las víctimas de Gestión

El intento de fluir en la universidad Rey Juan Carlos se hace cuesta arriba cuando entra en juego el factor papeleo. Trabajar en el edificio de gestión de mi facultad creo que es lo más alucinante que puede ocurrirte en la vida.

Sin apenas levantar la vista del ordenador, redireccionas a los pobres incautos a otros mostradores que con papeles en mano, se pasean de un lado a otro preguntándose quién será el valiente que le atenderá de una vez por todas.

Tras superar dos colas, tres dedos señalando mostradores ajenos y considerar si eres una peonza-persona, consigues el merecido sello en tu impreso y te sientes como un auténtico Cristóbal Colón del siglo XXI. Toda una proeza, si.

Personalmente, siempre intento retrasar al máximo cualquier contacto con aquel edificio puesto que atravesar la puerta te transporta a un mundo lleno de incógnitas y mostradores secretos sin retorno.

Después de un mes de espera, aún sigo sin saber que ha ocurrido con mi solicitud de Erasmus ni la reclamación de la beca MEC. Mi paciencia se agota y presiento que una nueva aventura me queda este año por vivir en aquella "casa de los horrores" universitaria.

Escrito en | Dejar un comentario

Desayuno con galletas

Tan sencillo como desayunar leche con galletas. Tan difícil de explicar como una obra de Dalí. Asombroso y enigmático al mismo tiempo. Especial y siempre irrepetible cuando nos sincronizamos.

Últimamente, mis pequeños momentos contigo me ayudan a respirar y no morir como esa actriz que veíamos en aquella película que me hizo llorar.

Los pedazos matasellados, que guardo de ti, me hacen sonreír y recordar un verano en el que hablar contigo era tod una odisea. El sol bronceaba tu piel por ambas y yo, conocía a personas que cambiarían mi mundo.

Un viaje de 628 kilómetros. Una Moleskine por descubrir y escribir; y el sueño de sentir que ése sería nuestro año. Nunca se nos dio demasiado bien tener los pies en el suelo. Quizás por eso, el golpe nos lastimó más de la cuenta pero conseguimos levantarnos.

Ya ha pasado un año desde que me preguntaste cómo me había ido en Italia. Me has visto caer y levantarme a tientas en la oscuridad. Un año de ti me sabe a poco pero me siento muy afortunada.

A día de hoy, las cosas han cambiado demasiado. Otras muchas jamás lo harán. Lo prometo, princesita Flamingo.

Escrito en , | 2 Comentarios

Un psicólogo con mucha pluma

Conoce cada centímetro de mi cuerpo. Me ha visto llorar, dormir, echar el ancla e incluso compartir y rememorar orgasmos enrabietados. Conoce mis debilidades y frustraciones. Mi piel es un libro abierto que ha estudiado palabra por palabra.

Nunca se queja ni habla mucho. Diría que es un tanto tímido pese a la estrecha relación que nos une hace ya casi dos años. Tampoco cuestiona mis sueños o pesadillas. Él conoce mi verdad y sabe que olvidé mis principios para conquistar tierras desconocidas.

Sí, así es mi psicólogo. Tan adictivo e irónico como la vestimenta que lleva a diario. Porque aunque no disponga de mucho tiempo entre semana, siempre me guarda un hueco y la verdad, es que se agradece.

Siempre está conmigo como el amigo más fiel en momentos buenos y malos. Nunca me ha abandonado y evidentemente, me siento orgullosa de él.

Te quiero :)

Escrito en | Dejar un comentario

Le Herisson

¿Usted también piensa que no es lo que creen? La señora Michelle me hace pensar en un erizo. Por fuera, está llena de pinchos pero por dentro, es tan refinada como ese animal tremendamente solitario y terriblemente, elegante.

Perfecto domingo.

Escrito en | 2 Comentarios

Llámalo como más te guste

Siempre llega tarde pero no importa. La gente ha tomado asiento y espera expectante su actuación. Su entrada triunfal a escena.

Una actriz que desconoce su papel. Un guión desaparecido en el tiempo. Siempre evaporado e inexistente. Mira aturdida al público y a su alrededor.

Un escenario que parece la misma calle. Una cotidianeidad fingida por multitud de extras. Un realismo que atrapa y asusta a parte iguales. Ella observa y duda de lo que ve.

Sus pasos la sientan en un banco de madera ante el centenar de miradas que la observan recorrer aquellos escasos metros.

Le tiemblan las piernas pero ellos están ahí. Mirándola y piensa si esto es su vida o es simplemente, teatro. En ese momento, sus pensamientos se ven sacudidos por una tos que retumba desde la oscuridad de la sala.

Reacciona y su voz se hace audible:
"Dicen que no es sano vivir adaptado a una sociedad enferma. Yo, por ejemplo, a veces me siento bien y otras sin embargo, un dolor horrible se apodera de mi pecho. ¿Qué le voy a hacer si estoy enferma? Así es la vida, ¿no? En mi caso, el amor no ha hecho nada por mí, me ha hecho enfermar. Ahora dime, ¿qué te ocurrió a ti?".

Escrito en | Dejar un comentario

Recomienzos de vainilla

La princesita Gominola desempolvó su viejo cuaderno abandonado. Busco una pluma y se dispuso a escribir en él como antaño. Había perdido práctica pero el pulso jamás le temblaba con nuevos retos.

Lentamente y con el mismo cuidado que un artesano, escribió:
"Mi ejército se forjaba a la sombra. Mientras ella, ingenua a todo, no sabía quién solicitaba venganza a tan sólo ocho minutos de aquel lugar. Sí, las cosas habían cambiado. La vida sonreía a aquella niña que se rodeaba de sombras a su paso por la oscuridad".
Acto seguido, cerró cuidadosamente el libro con su respectivo broche. Sonrío y se dio la vuelta en la cama. Aquella noche, la princesita Gominola soñó con la reaparición en su anhelado territorio.

Escrito en , | Dejar un comentario

Hola me llamo Atocha, y ¿tú?

Mi sonrisa nunca volvió a ser la misma desde aquel 26 de octubre. Tras una espera de cuatro meses y 8 días de encierro, vuelvo a ver la luz.

Me siento agotada pero tan feliz que es difícil borrarme la absurda sonrisa bobalicona de mi cara.

Atrás dejo Yoigo y doy la bienvenida a Vodafone Reclamaciones. Recupero un reino del que tuve que exiliarme y mañana, vuelve a mis manos como el tesoro más preciado.

Me siento como Belén Esteban cuando habla de su barrio. Así de horrible pero de fantástico sin justa medida. Porque yo por el mío, a día de hoy, mato.

Adiós Alcobendas.
Hola, de nuevo, Atocha.

Escrito en , | Dejar un comentario

Buscador

Swedish Greys diseñado por Nordic Themepark y modificado por Marta Cañizares para "La niña de las sombras".