Domingo 10.02 am.
Acabo de despertarme. Sé que no podré darme la vuelta en la cama y seguir durmiendo. Así que, he mirado el reloj y el móvil. He observado por unos segundos el techo y he suspirado una sola vez. Posteriormente, se me han escapado las lágrimas típicas de domingo con un aderezo un tanto especial y acorde con la ocasión.
Acabo de despertarme. Sé que no podré darme la vuelta en la cama y seguir durmiendo. Así que, he mirado el reloj y el móvil. He observado por unos segundos el techo y he suspirado una sola vez. Posteriormente, se me han escapado las lágrimas típicas de domingo con un aderezo un tanto especial y acorde con la ocasión.