Archivar como mayo 2009

Gran Hermano del Bolliestudio [parte 2]

Entrando en situación de lo que allí, en aquella lejana periferia me esperaba. Reflexioné durante un instante y sí, pasé miedo.



El ojo que todo lo ve, el blog que todo lo escribe, la cabeza que no todo lo recuerda.
La niña de las sombras.

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Gran Hermano del Bolliestudio [parte 1]

En la radio suena Human de The Killers, un grupo que me sacó de la miseria que siempre escuché. No comprendo porque me entristece una canción así en un momento como éste. Pero en época de exámenes cualquier mente visiblemente equilibrada es tan sólo una ilusión óptica bien elaborada.

En ocho horas aproximadamente comienza el Gran Hermano del Bolliestudio pese a las numerosas reticencias de ciertos conocidos que se piensan que aquello será como un vulgar cuarto oscuro que se inaugura con una gran excusa.

Sin embargo y sintiendo un ligero nerviosismo viendo que el próximo lunes tengo el examen de Documentación Informativa, ni tan jugosa experiencia por tachar de mi lista me resulta tan interesante como sacar adelante unos apuntes en fechas tan señaladas.



El piso franco se encuentra en la maravillosa localidad de Fuenlabrada, donde cuatro chicas intentaremos sacar adelante nuestras respectivas carreras haciendo frente a inmensas torres de apuntes que son el resultado de una mala organización y muchos fines de semana que no debieron ser festejados pero como diría yo: "a lo hecho pecho".

Desde el momento en el que termine de comer y me vaya a trabajar como persona que aún alberga algo de responsabilidad, no volveré a pisar la Casa Roja hasta el domingo por la noche para comenzar así con un estrés estudiantil que finalizará con una gran fiesta y como no, a cinco días de las magníficas fiestas del barrio.


Por lo que entiendo que pasaré más de 48 horas enfrascada en una lucha a no más de 15 minutos de mi facultad, pero sin llegar a pisarla, por eso de las buenas costumbres que mantengo. Un fin de semana de pijama, subrayadores, colapsos mentales y como no, la facilidad de convertir cualquier conversación absurda en toda una discusión de vida o muerte con tal de no volver tan ardua tarea que me espera.




¿Quién dijo miedo?

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Comiendo con las manos y sin sentido

Cada día que pasa, más me creo lo que mi madre millares de veces me decía: "A quién madruga, Dios le ayuda". Tras una clase de Estructura Social que destaco por la ausencia de palabras coherentes, pensamientos en alto de una profesora que ni subtítulada podría darse a entender y un posible examen que ella misma llama autoevaluación, muy en plan bohemio todo; podríamos decir que comenzó mi aventura.

La misión consistía sencillamente en encontrar una calle para entrar en Sins Entido, una tienda de cómics de Chueca y con mucho gusto. Princesita Flamingo marinaba la idea de regalar un cómic que fundiese las ideas de casualidades, blanco y negro, Julio Medem y otros autores, cuyos nombres no recuerdo.

Todo hasta ahí, es perfecto. La calle era fácil de encontrar porque estaba en Chueca y su nombre lo recordaba de haberlo visto escrito el día anterior en uno de muchos carteles que se disponen en las diferentes calles para identificarlas. Pero nadie parecía conocerla y tras casi 15 minutos preguntando sólo un obrero supo indicarnos.

En definitiva, un bonito paseo por Chueca después de una clase que bien podría haber desembocado en una matanza como la de Virginia de profesores y compañeros de clase absurdos por muy brutal que suene.



No obstante y para celebrar el triunfo de una compra sin igual, alumbré a mi querida princesita Flamingo con uno de los lugares más característicos del barrio y terminamos, como no, tomando cañas mientras ella alucinaba por aquellas tapas y precios que jamás había visto.

Conversaciones con doble fondo que bien podrían haberme servido de alimento mientras sentía que las cosas cambiaban estrepitosamente rápido y me deleitaba con segundos como aquellos. Ruidosos con olor a bar pero que realmente, me resultaron fascinantes y de tan deleite para servidora en aquella calurosa mañana en el centro de Madrid.

Mi madre tenía razón pero mi médico con estos dos días de baja me devolvió un tesoro que pensé que había perdido, la perfecta compañía y las tardes callejeando por la ciudad que me enamoró un día.

Gracias por todo y recuerda, siempre capaz. Nos vemos mañana donde siempre, con nuestras miradas, nuestros no-saludos, mensajes de una palabra que rellenan el blanco de nuestras pantallas, nuestras historias y como no, los comentarios en las mentes de la gente que se pregunta, rumorea, conspira y por que no, nos envidia. Nadie puede comprendernos. Siéntete única, porque lo eres.

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Al buen tiempo, alcohol del malo [Consejo 1]

Después de ducharme durante 15 minutos bajo un agua hirviendo que me enrojecía la piel y volver a ser persona tras un zumo y dos tortitas de arroz integral aún con los ojos casi completamente cerrados. He optado por hacer cálculo sobre mis gastos en ocio.

Todo esto lo analizo, no por aburrimiento sino por el cargo de conciencia que me corroe al descubrir que mi tarjeta echa chispas y estamos a mediados de mes si omito el alquiler de la Casa Roja y el abono transporte.

La verdad es que no ha sido muy alentador saber que casi 250 euros se van en copas y demás sustancias de la alegría. Aclaro previamente a los malhablados, bocazas y cualquier variante no nombrada pero si tenida en cuenta, que la niña de las sombras no se droga. Yo soy tan saludable como el yogurt sin lactosa.

La cuestión es que en tiempos de crisis debería ahorrar un poco más y es lo que me he propuesto hacer una vez haya pasado este mes de eventos. Mi blog será el testigo principal. Mi bolsillo será el ganador. Mis antros, que no antrazos, serán las víctimas.

Las medidas por las que optaré serán expuestas y como no, relatadas con ejemplos reales, direcciones de antrazos, trucos y como no, imágenes aclaratorias.

CONSEJO 1: Al buen tiempo, alcohol del malo

Menos dinero y los mismos días para salir que siempre es quizás la mayor complicación puesto que administrarse en la vida moderna no siempre funciona como es debido y más aún, cuando el grado de rumbosidad adquirida es extrema.

¡Qué mejor manera de conseguir ese gran estupor en pocas copas, con nuestro amigo garrafón! Si, el garrafón es la solución. Durante años, hemos luchado contra él de mala manera pero es más económico que el botellón a fin de cuentas.

Uno de los antrazos a los que suelo ir podría ser la cuna del garrafón perfectamente. Al aproximarte a la barra puede ser como el tren del terror. Yo, chica de costumbres arraigadas, pedí como siempre un Barceló con Coca-Cola que me producía escalofríos y todo, pero esa consumición me dejo en un estado de estupor monumental toda la noche.

Hay que destacar que la entrada era con una consumición por ocho mágicos euros y lo más importante es que tu organismo no tolere ese alcohol puesto que entonces, vendrán nuevas copas tras el primer intento de envenenamiento.

Otra de las opciones posibles, ahora que llega el buen tiempo es el botellón patrocinado por supermercados extranjeros como por ejemplo la cadena Lidl donde puedes encontrar vodka, ron y demás menesteres por el módico precio de 3,69 euros y que no tiene mucho que envidiar al garrafón.

De todos modos, tengo que advertir que sendas posibilidades pueden acarrear problemas de salud como fuertes dolores de cabeza, sequedad de boca, molestias estomacales y disminución de tu propia esperanza de vida.

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Verde oscuro, casi claro ..

Tras treinta minutos de Renfe hasta Fuenlabrada Central. Hay que decir que la Línea 12 (Metrosur) es otro rollo. Sólo dos paradas me bastan para deleitarme y pensar que piso el andén de mi querida y amada Línea 5 (Alameda de Osuna - Casa de Campo).


Con los ojos casi cerrados, cual china de tienda de alimentación como se denominan, llegué a la estación de Fuenlabrada y como una estudiante más, me disponía a aprobar mi examen de Redacción Periodística. Tengo todas mis esperanzas puestas en él para eliminarlo del caos que se aproxima y que he titulado como "Junio de exámenes, muérete antes".


La cuestión es que observas, como puedes, a compañeros de clase que entran, personas de tu facultad y de tu aulario, una chica asidua a tus antrazos sentada con apuntes y sus ojos azules matadores de siempre ... mi mente se activa, dejo de ser china, paso por delante de todos sin ni siquiera saludar y como no, fija en la erudita que frente a mí, subrayaba apuntes antes de preguntarle lo de siempre: ¿qué hace una chica como tú, en un Metro como éste?

Es final de curso, de clases, de todo. Odio haber realizado la mitad de mi año a distancia como bromean amigas mías porque cada día que pasa la Rey Juan Carlos es más interesante. En definitiva, más Escape, más Truco, más Chueca pero en plan mañanero con filtro activado contra camioneras y con mucho, pero que mucho, arte.

Bienvenidos a la universidad Rey Juan Carlos ...

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Nada en esta vida es gratuito

Debo estar cansada de sonreír cuando no me apetece. Quizás sea falta de sueño o una paranoia absurda como podrán calificar los que realmente no me conocen. Sin embargo, considero que es más un cansancio físico y psicológico. Tristeza que ennegrece mi corazón y no es que sea domingo.

Cerrar los ojos y oír una voz que te habla mientras te acaricia el rostro sin más expectativas que regalarte su tranquilidad, su paz interior. En definitiva, parte de su vida para aliviar, egoístamente, la tuya. Sentir sus manos cálidas recorrer caminos invisibles en un rostro ensuciado por lágrimas secas y sentir que se para el tiempo mientras el césped del Retiro envuelve tu cuerpo en un verde esperanza.

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Un arte milagroso desconocido

Todo lector asiduo a mi blog conoce muy bien mis episodios con monjas y tras beberme dos litros de agua para evitar sentir mi boca como un cenicero, a mi cabeza ha venido la inspiración de una nueva entrada a partir del primer milagro que realiza Jesucristo inducido por la Virgen (Juan 2:6-11).

Para aquellos que divagan ahora mismo y sienten la necesidad de salir de dudas sobre si era el milagro de los panes y los peces o el de convertir el agua en vino. Es obvio que hablaba referente al segundo mencionado.

Como aún me queda un atisbo de inteligencia mañanera post-estupor, que mejor manera de documentarme en la Biblioteca Electrónica Cristiana y una página Web que ha sido arte (no tiene desperdicio alguno) desde que me ha dado por entrar en ella (http://www.whoisjesus-really.com/). El texto bíblico dice así:
Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Yo no soy muy de ir a misa pero acepto que Jesús tenía arte con eso de tocar algo con un dedo y convertir en vino incluso el agua de los charcos si se lo proponía. Anoche, yo hice algo parecido y ése, es el motivo de esta entrada. Realicé mi primer milagro entre el pedo monumental que llevaba y es que no hay madre que por bien no venga.

Al coger el Metro para llegar casa a las siete de la mañana, el sol me mataba pero es que yo seguía atónita con lo que ayer visioné y seguía sin poder creerme nada y menos aún, parpadear del percal vivido. Así todo, muy odio del malo como quién no quiere la cosa.

La verdad es que me gustaría tener un amigo como Jesucristo, conocido en el mundo entero, sin problemas de no llegar a la hora para entrar por listas, que de una copa vacía me sacase un Barceló con Coca-Cola y como no, que te dijese algo como: "Mamarracha, levántate y anda" y todo el pedo desaparecer, cuando te debatieses entre el etílico y la vomitona del siglo.

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A un evento así, se va con cesta de mimbre

La verdad es que sigo anonadada de lo que puede acarrear un estado de Tuenti como fue: "... está que NO vuelve a Pinto en la vida". Decenas de comentarios dejaban constancia de una gran preocupación por un estado como cualquier otro. Es más, si lo pienso podría haber escrito "... está que ayer se quedó ciega pero no de ron ^^".


La cuestión es que llegué un poco perdida como el año pasado. Demasiada gente pero el susto de ver la flota de camiones en el aparcamiento una vez subimos la pequeña cuesta, no me impactó y menos aún, me dio tanto miedo como antaño. Aunque las caras de algunas de mis acompañantes se encontraban entre la lascivia y terror de ver la panadería más grande jamás reunida.

El postureo comenzó en el momento de soltar mi abrigo, disparar el primer flash, beber la primera copa y como no, saludar a viejas y nuevas amigas. Las fotografías dejan entrever una faceta que sólo las desvergonzadas hemos sabido equilibrar y los taking off, no brillaron precisamente por su ausencia.

Ya dentro, lo de siempre, cancaneo por todos lados. A destacar, la presencia del sector hostelero de Chueca y como no, la discusión de turno para no perder los viejos hábitos ya introducidos en mi rutina de fines de semana.

Como no, miradas que matan, amigas que vuelves a ver, desconocidas que se desatan y te sientes aterrorizada al descubrir que se quita la camiseta y tiene un sujetador que ni comprado en los chinos, la amiga que te salva de la voracidad de una, la hostia de la tarima de Esther y las frases míticas de una lengua que se cortocircuita más que la vista de algunas con las gogo's.


Al final y como era de esperar. Terminé con Anne en la tarima reservada de las dj's frente a la atónita mirada de la chica de seguridad, mis conocidas y Paula, que no me había visto llegar y me pedía copas desde la barra. Las adoro porque son como dos madres con las que salir es una aventura nueva, dispuestas a conseguir cualquier teléfono o a ser celestinas por una noche y simplemente, porque me siguen el ritmo.

Por lo demás, terminé conociendo a todas sus amigas. A-R-T-E todas y cada una de ellas. Eso si, no me preguntes sus nombres. Lo mejor quizás es que demasiada gente observó entre al muchedumbre un caché que sube como la espuma entre gente de alta alcurnia.

Lo más curioso son las modernas que allí te encuentras, conocidas míticas de antros que visitaba hace ya algún tiempo y que se declaran hetero-no flexible. Entonces es cuando las dudas me asaltan en forma de cancion: ¿Qué hace una chica como tú en un sitio cómo éste? El rollo es mentirse a sí misma, hija.


El peregrinaje a la Renfe fue algo grandioso, mi compañera de facultad y yo siguiendo a dos chicas que bien podrían dirigirse a su casa y podríamos haber seguido dando vueltas por Pinto pero bueno, fue una noche de milagros por no decir de idas y venidas del infierno al mismo diluvio universal.

P.D: Habrá cosas que se me olviden, pero acepto escribir una segunda entrada con respuestas a preguntas, xDD!!

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Un antro sin igual

Tras llegar a clase tarde después de levantarme con ganas de cumplir con la URJC un martes 5 de mayo. Sentirme realizada por volver a casi "odiar" a princesita Flamingo por su conducta adolescente pero entrañable. Me dispongo a relatar un día que bien podría ser un chiste, broma o programa de cámara oculta.

La clase de Documentación Informativa fueron exposiciones de no más de cuatro minutos y esto se asemejaba más al típico mercadillo donde los vendedores, con gran experiencia, atraen a las masas con frases contundentes y de un caché inclasificable. "¡Tres bragas por dos euros, reina!", "aquí barato que tengo rebajas todo el año", etc ...

El público, por decisión del profesor, aplaudía para cortar por lo sano a los pobres vendedores, en este caso compañeros de clase que humildemente exponían y así, pasar al siguiente puesto para ver que nos vendían. Mucho arte todo.

Por otro lado, Introducción al Periodismo Audiovisual no tuvo demasiado que envidiar. El profesor, directamente, vino a hablar de su libro. Así de fácil, es decir, no tuve ni que sacar un bolígrafo porque casi durante dos horas, este profesor se convirtió en Paco Umbral ante la mirada atónita de unos cuántos que aguantábamos como podíamos.

De todos modos, este cuadro ya se veía venir cuando el último día ya se dedicó a contarnos su vida, obra y milagros por Antena 3 y demás cadenas. Las cuales hay que destacar que serán una utopía en nuestra trayectoria profesional debido a la formación que muchos profesores intentan darnos. Pero eso sí, en mi currículum yo pondré en la categoría de Otras actividades, "Licenciatura en Periodismo".

La Rey Juan Carlos I, en sí, parece buena universidad. Mucho nombre y es que el campus fuenlabreño es por todos bien conocido como "Gay Juan Carlos". Debo decir que nada tiene que envidiar a los antros que visito. La excepción, es que aquí se les llena la boca diciendo que venimos a formarnos y estudiar.

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Mode "botellín" cargando ...

Llegar a tu casa de campo y ver un panorama que ni en carnavales no favorece a mantener tu sobriedad demasiado tiempo. Estamos en romería y eso sólo puede decir una cosa: nada de pedir cañas o cervezas sino botellines como antaño.

Sólo diré que eché de menos a los malotes de la capital, esos que llevan oros y dan asco al verlos pasar con sus estrafalarios modelitos pero allí, la mezcla es más escalofriante si cabe. No han dejado de ser provincianos y sus camisas Rottweiler y sus cabezas "cenicero" te impiden ver la luz de la coherencia durante un fin de semana que parecía ser el apocalipsis.

Tras tardes sentada en una caja de botellines como si de un Furbi se tratase junto con amigos y donde lo único que hacía era beber y sentir que el pedo de la mañana-tarde-noche iba cada vez cogiendo más color. Decidí, como no, cambiar de chiringuito porque aquí lo de caseta no se estila y queda muy de ciudad cosmopolita.

Fue entonces cuando conocí al amigo de mi amigo que lo único que hacía era invitarme a copas y yo rozando una felicidad extrema sino llega a ser todo esto heterolandia, con todas y cada una de las letras.

Por lo demás no hay que destacar demasiado de una romería en la que me he dedicado a ver a antiguos amigos que hace casi un año que no veía por circunstancias de la vida y como no, a dormir porque la vuelta a Madrid sería apoteósica con una maleta llena de comida fuera del menú pobre del estudiante poco "cocinillas". Es lo que tiene volver al hogar familiar.

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AVÉ que pedo llevas, hija!

Nunca piensas que perderás un transporte hasta que sucede. Así sin más. Si, es mi primera vez. Mi madre llamó a casa y yo con voz de ultratumba flipando con la resaca que se apoderó de mí, al ver el reloj sólo pude abrir los ojos, quedarme anonadada y escuchar sus gritos mientras ella me desheredaba.

Llegué borracha a casa. Intenté descansar un par de horas y mi cabeza lo único que hizo fue dar golpes al despertador mientras lo que debería haber hecho era estar despertándote y vistiéndote para así, no perder el AVE a la hora que cogí el billete para pasar un fin de semana en Mordor (véase escritos anteriores).

Tras una noche de ver amanecer en Antón Martín, fotografías de infarto y risas olvidadas con compañeras de clase y/o fiesta que vuelven cada año como Cortilandia. Me hallé en el antrazo de la semana pasada, pidiendo copa y viendo como el dicho de "quién nace siendo hijo de puta, muere siendo hijo de puta", se cumplía.

A estas horas de la mañana, ya tengo otro billete nuevo, así que mi idea de partir en un nuevo intento, con suerte y algo de puntualidad, se realizarán mientras el malhumor, por no decir mala hostia, de mis progenitores creo que se hace más latente al indicarles que el próximo tren era a las 17.00 aproximadamente.

Así es la vida. Marta Cañizares no sabe que se hace famosa en ciertos lugares y es que todo el mundo visita su Tuenti mientras ella, permanece inadvertida entre tanto cuadro. Me estoy echando a perder, pero yo hoy, aprovecho lo que me queda para drogarme de Madrid, si cabe.

Mañana o incluso esta tarde, comenzará mi sesión de estudio por no verme aflatar por mi madre y sus sermones recién estrenados esta misma mañana. Estaré disponible en móvil y en tiendas oficiales, muy de merchadaising yo, por eso de que creo escuela.

Por lo demás, he comenzado el puente con buen pie, la copa mala y como no, durmiéndome en los laureles por lo que veo. Vuelvo a Madrid el domingo, a la espera del 9 de mayo. Llaménme para quedar el día del Señor, que llegaré a las 22.00 para tomar un café.

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