Debo estar cansada de sonreír cuando no me apetece. Quizás sea falta de sueño o una paranoia absurda como podrán calificar los que realmente no me conocen. Sin embargo, considero que es más un cansancio físico y psicológico. Tristeza que ennegrece mi corazón y no es que sea domingo.
Cerrar los ojos y oír una voz que te habla mientras te acaricia el rostro sin más expectativas que regalarte su tranquilidad, su paz interior. En definitiva, parte de su vida para aliviar, egoístamente, la tuya. Sentir sus manos cálidas recorrer caminos invisibles en un rostro ensuciado por lágrimas secas y sentir que se para el tiempo mientras el césped del Retiro envuelve tu cuerpo en un verde esperanza.
Cerrar los ojos y oír una voz que te habla mientras te acaricia el rostro sin más expectativas que regalarte su tranquilidad, su paz interior. En definitiva, parte de su vida para aliviar, egoístamente, la tuya. Sentir sus manos cálidas recorrer caminos invisibles en un rostro ensuciado por lágrimas secas y sentir que se para el tiempo mientras el césped del Retiro envuelve tu cuerpo en un verde esperanza.
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