Besos de papel

Entre apuntes y suspiros de agotamiento, las mentes comienzan a soñar despiertas. Se imaginan lugares y futuras promesas que cumplir. Se buscan excusas para no continuar con un calvario como son los exámenes y surgen conversaciones que quedan grabadas.
- ¿Sabes lo que deseo con más ganas? -dijo mientras se sentaba cómodamente-.
- No -contestó sin levantar la mirada del papel-.
- Quiero estar en París. Vivir en un ático, no demasiado grande y dedicarme a pintar y a escribir poesía.
- ¡Vaya! No lo esperaba -la respuesta le sorprendió mientras se subía ligeramente las gafas-.
- Quiero dedicarme a no hacer nada de todo esto. ¡Estoy cansada!
- ...
- Y tu, ¿qué deseas en estos momentos?
- ¿Lo que más deseo? -sopesó la pregunta-.
- Si.
- Ser pesada.
- ¿Cómo dices? ¿Pesada?
- Si, para que nadie me mueva a su antojo -se ruborizó al mentirle de esa manera pero sabía que era lo correcto- así no daré pasos en falso.
- ¿No quieres nada mejor? -volvió a preguntar arqueando su ceja izquierda-.
- ¿Ahora mismo? Creo que no.
- Pues no lo entiendo -comento mientras se acomodaba de nuevo frente a una respuesta que no comprendía del todo-.
- No importa, es una tontería.
Sabía que la conversación había finalizado. Que estaba a salvo pese a que había guardado palabras sinceras en un post-it que tiraría al acabar la noche. En aquella nota amarilla se podía leer su respuesta silenciada: "Permanecer callada para no decir que quiero besarte".

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One Response to Besos de papel

Leyla dijo...

Amiga escritora:

Sus lectores necesitan la segunda parte de "Besos de papel", les ha gustado mucho. Quieren que sepa que sus palabras tienen la capacidad de hacerles sonreir y de hacerles llorar.

Una seguidora.

P.D. Se me olvidaba...

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