Educación y respeto es lo primero que tendrían que haberte enseñado y lo último que deberías olvidar en esta vida. Siento que tus carencias te jueguen malas pasadas cuando un atisbo de creatividad se cuela en tu mente y golpeas fuerte a quien un día te quiso.
Me enorgullece saber que estoy muy por encima de todo esta basura que tú misma remueves cuando te aburres en tu insípida vida. No te sientas especial porque vuelva a escribir. Esta vez quiero puntuar todas las íes y mandarte a más allá de las fronteras de Mordor donde la mierda es una extensa llanura.
El tiempo te enseñará a pedir perdón de verdad. Mientras tanto, puedes seguir soñando con esa vida que piensas que alcanzarás sin mover ni un solo dedo. En caso contrario, puedes mejorar tu faceta de ninfómana de la que tanto alardeas.
Sobre todo, no te preocupes por nada. Encontrarás a alguien que te quiera con esa desfachatez y mamarrachería que derrochas cuando las cosas no salen como tenías pensado.
Mucha suerte, maja.
One Response to Siempre existieron las clases
Me encanta!! cada palabra. Tal vez porque me hace pensar en una persona en específico.
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