Llevo días asustada y preocupada en el trabajo. Porque es una mezcla a partes iguales. El cambio de mis labores habituales ha provocado un cambio inesperado de mesa de trabajo, compañeros de rutinarias charlas y me ha situado en otro frente.
He comenzado a relacionarme con personas que me abrazan gratuitamente o que me tocan el pelo mientras resuelvo dudas con respuestas tartamudeadas, entre risas nerviosas y otras muchas veces, sonrojadas.
Me asusta el cariño gratuito tanto como los cambios inesperados. Quizás porque en escasos minutos, debo habituarme a la presencia de comportamientos ajenos desconocidos o que el paso del tiempo me había hecho olvidar.
Me ametralla la cabeza con preguntas que no se responder y ante mi cara de desconcierto, me abraza y me sonríe mientras pregunta: ¿por qué eres tan reacia al cariño?
Aunque sinceramente, gracias por intentar acostumbrarme porque creo que realmente es lo que necesito a día de hoy.
He comenzado a relacionarme con personas que me abrazan gratuitamente o que me tocan el pelo mientras resuelvo dudas con respuestas tartamudeadas, entre risas nerviosas y otras muchas veces, sonrojadas.
Me asusta el cariño gratuito tanto como los cambios inesperados. Quizás porque en escasos minutos, debo habituarme a la presencia de comportamientos ajenos desconocidos o que el paso del tiempo me había hecho olvidar.
Me ametralla la cabeza con preguntas que no se responder y ante mi cara de desconcierto, me abraza y me sonríe mientras pregunta: ¿por qué eres tan reacia al cariño?
Aunque sinceramente, gracias por intentar acostumbrarme porque creo que realmente es lo que necesito a día de hoy.
One Response to Buenas o malas costumbres
Estimada Marta,
No te has perdido, te tengo georeferenciada a tí y a tu milagritos. Te sus.vas.a.enterar la proxima semana, rubia (punto)
(y seguido)
Hablaremos de mi llegada.
Una que se despide afectuosamente, con abrazo y giro de mano papal,
Laura
Publicar un comentario