Soñé con el extraño volumen de tu pelo y lo busqué entre la gente. Una vez hallado, sentí pánico. Un golpe seco en un estómago que está lleno de lágrimas negras. Hay tanto que exteriorizar que nunca se por dónde empezar.
Tan divertido como alimentarse a base de una sopa fría. No, mejor aún. Tan divertido como sentir el burbujeante mundo del agua con gas por tu garganta. Si. Así es mejor. Muy fría.
He traicionado sin remordimiento. He odiado vulgarmente para después, quemarlo en algún lugar de mi mente. He desahuciado mi corazón para que nadie se pueda llevar nada. No me siento bien pero vacío dolerá menos.
Porque ese es mi problema. Hablar para después cortar de repente y no saber que decir. Quizás no puedas entenderlo. Mi cabeza está llena de fantasmas que nunca se van. Mi corazón preparado para el siguiente golpe.
Y la mirada, perdida en este parque convertido en librería con tantas preguntas en el aire que se me ocurre empezar con una de lo más sencilla: ¿cuánto me vas a doler?
4 Respuestas a Retórica maldita
..la pena dura tanto..cómo quieras tú seguir llorando..
Bonito blog!!
solo te dolera, lo qe tu quieras que te duela....pq no tiene pq ser otro golpe...
solo te dolera, lo qe tu quieras que te duela....pq no tiene pq ser otro golpe...
Precioso, me deja sin aliento. Y siempre duele, bueno o malo, pero acaba doliendo...
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