Me encontré frente al espejo a punto de extirparme parte del cerebro con una cucharilla de café. El simple hecho de que te hayas colado en mis sueños me parece una dulce violación de mi espacio. Sin embargo, me asusta la idea de que pertenezcas a ellos. Básicamente, porque en esos aspectos nunca me mienten.
Recupero el aliento y mi norte cuando hablo sola en voz alta escondida bajo el nórdico. Sé que debo concienciarme de cuál es mi realidad una vez más. Pero sobre todo, evitar que mis compañeros, en una de éstas, crean que estoy loca o que tengo una novia imaginaria muy extrovertida.
Tu sonrisa e inocencia me transmiten tanto que a veces, no sé si mirar al suelo, ruborizarme o ambas cosas a la vez. Ese extraño magnetismo me tiene en vilo cuando me encuentro pensando en mis falsos malos augurios y tus grandes consejos a destiempo.
¿Por qué estás aquí? No lo sé. Supongo que necesitaba alguien para hacer explotar mi mundo y sacarme del basurero en el que andaba metida. Lo mejor de todo es que eres un nuevo motivo por el que escribir y me gusta.
Gracias por ser caos. Gracias por llegar pero por favor, cierra la puerta antes de entrar sino, ya no habrá marcha atrás.
The Twang – Barney Rubble
¿Por qué estás aquí? No lo sé. Supongo que necesitaba alguien para hacer explotar mi mundo y sacarme del basurero en el que andaba metida. Lo mejor de todo es que eres un nuevo motivo por el que escribir y me gusta.
Gracias por ser caos. Gracias por llegar pero por favor, cierra la puerta antes de entrar sino, ya no habrá marcha atrás.
The Twang – Barney Rubble
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