Me he despertado en Castellana 258 tras una noche cervecera y un tanto ridícula por acontecimientos que no puedo recordar claramente. Una mirada helada que no sabe cómo reaccionar. Misiones de paz en Chueca porque la circunstancia lo requería. Una sola frase: ¿Hola?
Después de despotricar a la salida de uno de mis antros de corrupción. Terminé andando con Cristi dirección Cibeles con más reniegue que vergüenza por el momento que acababa de protagonizar. De perdida al río me dije y llamé a una de mis grandes "emergianas" que se encontraba en aquella dirección. Castellana 258.
Sin pensarlo cogí un taxi y allí me planté. Mi vacío mental comienza y termina en esa casa cuyo propietario sigo sin saber quién es. No había resto de resaca en mi organismo. me sentía francamente bien y dispuesta a tachar una de mis grandes tareas pendientes. Dar un paseo por Madrid.
No se cuanto tiempo he estado andando, fotografiando una parte de Madrid desconocida, sintiéndome un turista más. En mis manos, un zumo de naranja y unos donettes. Hoy, desayunaba al son de lo que mi iPod aleatoriamente escogía mientras disfrutaba de lo ya andado.
Tras 258 números superados de Paseo de la Castellana y un Paseo del Prado admirado desde una acera jamás pisada, he llegado a casa con una gran sonrisa y sin tarjetas "de ná", pero soy igualmente de feliz que después de darme cuenta de la gran pérdida.
Mi curiosidad me ha hecho jugar con Google Maps y reproducir mi largo y excitante paseo. Los datos obtenidos incluso a mí me han sorprendido:
Después de despotricar a la salida de uno de mis antros de corrupción. Terminé andando con Cristi dirección Cibeles con más reniegue que vergüenza por el momento que acababa de protagonizar. De perdida al río me dije y llamé a una de mis grandes "emergianas" que se encontraba en aquella dirección. Castellana 258.
Sin pensarlo cogí un taxi y allí me planté. Mi vacío mental comienza y termina en esa casa cuyo propietario sigo sin saber quién es. No había resto de resaca en mi organismo. me sentía francamente bien y dispuesta a tachar una de mis grandes tareas pendientes. Dar un paseo por Madrid.
No se cuanto tiempo he estado andando, fotografiando una parte de Madrid desconocida, sintiéndome un turista más. En mis manos, un zumo de naranja y unos donettes. Hoy, desayunaba al son de lo que mi iPod aleatoriamente escogía mientras disfrutaba de lo ya andado.
Tras 258 números superados de Paseo de la Castellana y un Paseo del Prado admirado desde una acera jamás pisada, he llegado a casa con una gran sonrisa y sin tarjetas "de ná", pero soy igualmente de feliz que después de darme cuenta de la gran pérdida.
Mi curiosidad me ha hecho jugar con Google Maps y reproducir mi largo y excitante paseo. Los datos obtenidos incluso a mí me han sorprendido:
Duración: Una hora y 38 minutos.Hoy, Madrid me ha dado un respiro en sus calles y ha intentado cortejarme.
Distancia: 7,1 kilómetros.
One Response to 258 motivos más
¡qué antigua! "cortejarme"
jajaja
(L)
Publicar un comentario