¿Sabes lo difícil que es despedirse de ti? No, no debes tener ni idea o saber lo que es eso. A fin de cuentas, nadie se despide de uno mismo. Pero, ¿cómo se dice “hasta la próxima” sin más cuando tienes anotaciones sin ordenar en el pie de página?
Durante toda mi vida, he tenido despedidas de muchos tipos y colores pero esta sensación agridulce no me sienta demasiado bien. Debo reconocer que nunca se me dieron bien. Tampoco en el colegio me prepararon para ellas y desde luego, no ayuda demasiado el hecho de intentar evitarlas.
Últimamente, me encuentro lo suficientemente tensa como saber que en algún momento, saltaré por los aires por no haberme desahogado a tiempo. Por no haber compartido cada una de mis absurdas preocupaciones con la peluquera o camarero de turno. Sin embargo, estoy trabajando en mi propio plan de escapismo.
A veces, me viene un impulso irrefrenable de ponerme a llorar pero tengo miedo de deshidratarme o no saber parar por tanto acumulado. Supongo que con los largos paseos y aires fríos de Barcelona deben haberse desprendido algunos. Así que, seguiré escuchando Tulsa.
Durante toda mi vida, he tenido despedidas de muchos tipos y colores pero esta sensación agridulce no me sienta demasiado bien. Debo reconocer que nunca se me dieron bien. Tampoco en el colegio me prepararon para ellas y desde luego, no ayuda demasiado el hecho de intentar evitarlas.
Últimamente, me encuentro lo suficientemente tensa como saber que en algún momento, saltaré por los aires por no haberme desahogado a tiempo. Por no haber compartido cada una de mis absurdas preocupaciones con la peluquera o camarero de turno. Sin embargo, estoy trabajando en mi propio plan de escapismo.
A veces, me viene un impulso irrefrenable de ponerme a llorar pero tengo miedo de deshidratarme o no saber parar por tanto acumulado. Supongo que con los largos paseos y aires fríos de Barcelona deben haberse desprendido algunos. Así que, seguiré escuchando Tulsa.
“Ahora me voy al sur, el norte quédatelo tú”
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