La Bitácora de los asuntos pendientes

Levantarme y entender que anoche fue un capítulo que recordaré el resto de mi vida con una amplia sonrisa es algo que no tiene precio. Después de años de sufrimiento, o mejor dicho de rencor descontrolado, en mi mente ya no queda nada y es que como anuncia mi nick, el tiempo pone a cada una en su lugar.

No me arrepiento de llegar a Bitácora ya con un gran estupor cosechado en otros antros de corrupción de Mordor y es que a veces, y muy a mi pesar, debo admitir que esta ciudad es tan buena como cualquier otra para disfrutar con noches que sabes que serán únicas y genuinas por lo que en ellas puedes encontrar.

Tendría que intentar no mencionar al "Bicho" y menos aún, la paliza que nos dio a Mamen y a mí por utilizar las bonitas y asombrosas palabras de "somos novias" que tanto mal desatan en hombres sin dos dedos de frente puesto que a partir de ahí, una bestia humana se forjaba frente a nosotras repleto de preguntas y mitos absurdos de los cuales, nosotras tan sólo escuchábamos y reíamos no siempre en el mismo orden.

La broma nos salió cara quizás no tanto como mis asombrosas compras realizadas en treinta minutos en la tienda de Ollie donde desaté mi pasión y como no, me exhibí de la mejor manera mientras Ana, cual voyeur desubicada intentaba comprender el porqué de mis andanzas en sujetador por la tienda con tanta naturalidad y sobre todo, como no sucumbir a los encantos de un cortavientos por el módico precio de 80 euros.

Las miradas al entrar en Bitácora se sucedieron, todo ocurrió demasiado rápido y mi nerviosismo aumentó considerablemente pero recordé una canción de Los Piratas (grupo que me ha forjado de pies a cabeza) y entendí que las cosas hacía mucho tiempo habían cambiado. Es más, descubrí que mi sonrisa puede hacer encoger a gente que durante años me ha hecho vivir con miedo y ahora, "ya nadie es mejor que yo".

No recuerdo el número de copas que me bebí pero se que me salí con 50 euros y se han reconvertido en "amada" calderilla en mis bolsillos. Pero ni con esas dejo yo de soñar con una noche como la de ayer, donde planté cara a un pasado que hacía mella en mí y al cual invité gustosamente a un chupito sin esperar nada a cambio.

Por cierto, supongo que se me han pegado malos hábitos de ciertos amigos y me da por la cleptomanía etílica. La verdad es que todo el mundo tiene algo de Winona Ryder, así que no se porque asombrarse tanto. La cuestión es que no he perdido facultades y Mamen aprende deprisa. Ayer jugamos el partido más importante de nuestras vidas y Argentina, mordió el polvo nunca mejor dicho.



P.D.: Otra tarea tachada de la lista. Ya sólo quedan un par de ellas.

Escrito en . Guardar el enlace permanente. RSS feed para esta entrada.

Buscador

Swedish Greys diseñado por Nordic Themepark y modificado por Marta Cañizares para "La niña de las sombras".