[Cap. 8] Principio, final y punto final

Mis entradas en el blog son para un público que crece sin iguales que no me conoce y que evidentemente, no entiende lo que por mis venas llega a correr. Sin embargo, esta entrada es para ti y para mí, y en menor medida para todos aquellos que nerviosos esperaron mi llegada a España y que me apoyaron hasta el final sabiendo que este viaje cambiaría el curso de mis futuras decisiones.

Hoy recibo elogios y sonrisas porque me ven feliz y segura de mi misma, descubren poco a poco que la carta que un día encontré en mi mesa no ha supuesto más que un mal sabor de boca a causa de un caramelo de anís de los que tanto odio porque mis dudas han sido resueltas.

Después de rememorar situaciones, lugares de interés, frases míticas y personas que apuntaría en mi Moleskine, sigo teniendo un asunto pendiente que ahora mismo pretendo tacharlo de mi lista, porque he decidido que este año eliminaré el máximo de ellos y me presentaré en el 2009 resurgiendo de mis propias cenizas como antaño hice.

Si pienso en mi viaje podría encontrar millones de palabras para definirlo. Si pienso en lo primero que, realmente, me estremeció al llegar pienso en ti, en la sonrisa que encontré al divisarte en aquella ciudad y en aquella estación.

La ciudad enmudecía, yo aguantaba las ganas de gritar y de llorar y pienso en lo asombroso que fue encontrarte frente a mi, porque no hay nada más excitante en mi vida como olvidarme de todo y por fin, poder abrazarte como hacía tiempo que anhelaba y había imaginado tantas veces las tardes de sábado tirada en la cama mientras veía la televisión.

Y ahí estabas tu, con los pantalones que dijiste que llevarías para localizarte pero sabía que mis pasos inconscientemente me llevarían a ti y así fue como te encontré, frente a mí, sonriendo y yo con las manos temblorosas sin saber que decir, tan sólo, con unas fuerzas inagotables para abrazarte y hacer que se parase el tiempo en aquel mismo instante en que te sentí abrazándome cuidadosamente como si fuese a romperme.

He saboreado palabras, canciones, sonrisas, comidas y centenares de detalles que hoy rememoro en los vagones de Renfe y me hacen sonreír absurdamente mientras la gente me observa sin comprender.

He pasado horas tirada en una cama viendo cómo ibas de un lado para otro mientras me sentía completa y no echaba de menos nada, haciendo cosas que para el resto del mundo no tendrán ningún tipo de interés, pero sin embargo, he sido tan feliz así, que me asombro de mi placentera inactividad.

Me importa poco lo demás, de sobra sabes que siempre me gustó pasear sin rumbo y me quedo con cada una de las conversaciones que he mantenido contigo cada segundo que hemos permanecido de autismo social.

Me vuelvo a España sin conocer Torino, con asuntos pendientes ya zanjados y conociéndome mejor a mí misma, sabiendo lo que quiero, por lo que lucho y sobre todo, por quién, a día de hoy, seguiré dando mi vida.

Te quieri ^^


P.D: Espero que éste si te haya gustado ;-)

Escrito en , , . Guardar el enlace permanente. RSS feed para esta entrada.

One Response to [Cap. 8] Principio, final y punto final

-vane- dijo...

eres muy muy grande....
q tengas suerte con us deseos y sueños...y ojala se cumplan todos...aunk yo x ti pido q se cumplan 3(los k ma skieres) como si un genio te los fuera a conceder...xq ya sabemos todos...q es muy dificil q se cumplan todos y cada uno los deseos y sueños...
asik elige bien los tres y mientras tanto...se felizzz!!!!!!
carpe diem pekeña!!!

Buscador

Swedish Greys diseñado por Nordic Themepark y modificado por Marta Cañizares para "La niña de las sombras".