Te levantas un día con una taladradora en la mente, miras fijamente al techo, intentando averiguar que se le pasa a tu vecino por la cabeza, pero recapacitas y recuerdas que es el mismo que se dedica a mover los muebles a las ocho de la mañana, un domingo, cuando tú aún luchas por sobrevivir de un sábado apoteósico confiando en la técnica del ancla y la cual, funciona a la perfección.
La taladradora ya me hace presagiar lo precioso del día, y no muy desencaminada descarto cualquier posibilidad de que sea un día tranquilo, normal, aburrido, sino extraño hasta decir basta, asi que me rio de la nueva aventura bricomaníaca y me rio de la situación más que blasfemar al pobre personal carente de inteligencia.
Asi que me dispongo a aprovechar la mañana, organizandome y estudiando, pero con la tontería, termino corriendo como una loca por la casa porque llegaré tarde al curro y todo esto, se convierte en otro intento fallido de estudio.
Salgo de casa corriendo, con mis auriculares excitandome los pasos, y piso fuerte rompiendo las baldosas y vuelvo a casa porque se me olvidaron las gafas de sol, así sin más. Y el sol me sonríe cruelmente, pero de repente suena The Bravery y entro en éxtasis, y Madrid se calla junto con el tráfico, mis oídos se vuelven corazón y bombean sangre y gozo con esa sensación de calidez.
Y si en estos momentos de fluidez espiritual me pilla un coche genial, que es accidente laboral y me dan la baja. Que me como la ciudad como si nada porque desde hoy, Madrid es para mí, porque Sr. Mamarracho lo comentó en su día, no le creí y es mi nuevo Dios, xD!!
Porque no hay mal que por bien no venga y que como ya no hay nadie mejor que yo, pues me levanto del suelo, me meto la autoestima en el bolsillo roto, me sacudo los recuerdos amargos, resurgo de mis cenizas como el arte del reciclaje y punto en boca.
La taladradora ya me hace presagiar lo precioso del día, y no muy desencaminada descarto cualquier posibilidad de que sea un día tranquilo, normal, aburrido, sino extraño hasta decir basta, asi que me rio de la nueva aventura bricomaníaca y me rio de la situación más que blasfemar al pobre personal carente de inteligencia.
Asi que me dispongo a aprovechar la mañana, organizandome y estudiando, pero con la tontería, termino corriendo como una loca por la casa porque llegaré tarde al curro y todo esto, se convierte en otro intento fallido de estudio.
Salgo de casa corriendo, con mis auriculares excitandome los pasos, y piso fuerte rompiendo las baldosas y vuelvo a casa porque se me olvidaron las gafas de sol, así sin más. Y el sol me sonríe cruelmente, pero de repente suena The Bravery y entro en éxtasis, y Madrid se calla junto con el tráfico, mis oídos se vuelven corazón y bombean sangre y gozo con esa sensación de calidez.
Y si en estos momentos de fluidez espiritual me pilla un coche genial, que es accidente laboral y me dan la baja. Que me como la ciudad como si nada porque desde hoy, Madrid es para mí, porque Sr. Mamarracho lo comentó en su día, no le creí y es mi nuevo Dios, xD!!
Porque no hay mal que por bien no venga y que como ya no hay nadie mejor que yo, pues me levanto del suelo, me meto la autoestima en el bolsillo roto, me sacudo los recuerdos amargos, resurgo de mis cenizas como el arte del reciclaje y punto en boca.
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