Cosas del cielo

Superé mi vuelo Madrid-Amsterdam acompañada por dos japoneses con almohadillas en la nuca y mascarillas popularizadas por Michael Jackson. Leían, hablaban y echaban fotos a doquier por la ventanilla como buenos turistas. Así que podríamos decir que no hubo sobresaltos.

Perdí la cuenta de los cabezazos que di cuando el sueño se apoderaba de mi pero el estado de bipolaridad desatada me tiene como un suricato. Admito que tampoco hago esfuerzos de dormir porque podría roncar a los mismos decibelios que un motor encendido de cualquier avión.

Avión KLM Madrid - Amsterdam // Aeropuerto de Barajas
Avión KLM Madrid - Amsterdam // Aeropuerto de Barajas
Sin embargo, siempre debe haber un hueso de aceituna en mal lugar y en esta ocasión, fueron los dos kilos de más que tuve que eliminar de mi maleta los que pagaron el pato. Ahora, Nerea tiene un nuevo jersey y yo soy dos camisetas pelotilleras más ligera.

Por si me había quedado con ganas de avión, aeropuerto, controles y paseos con maleta en modo zombie, me quedaba otro vuelo más. El último pero no por ello menos interesante que me llevaría al mismísimo Juárez Internacional.

El vuelo KLM0685, Amsterdam-México, abría la puerta de embarque y me abrazaba como si no hubiese un mañana tras haber pasado un nuevo control con cacheo por parte de una mujer rubia poco agraciada.

Vuelo KLM Amsterdam - México // Sobrevolando Estados Unidos
Vuelo KLM Amsterdam - México // Sobrevolando Estados Unidos
Quiero dar mi más sincera e irónica enhorabuena a la persona que diseña los menús y considera que el curry es la especia más adecuada para un viaje de 11 horas. Solo quiero añadir como detalle que las personas hacen cola en el servicio y a mi me están entrando sudores fríos. Miedo me da entrar en semejante topera de defecaciones aéreas internacionales.

Por el contrario, mi segundo vuelo está siendo de lo más entretenido. Jamás pensé que me pondría tan al día con mis hobbies y es que ya llevo la friolera de tres películas, dos textos y un par de capítulos de un libro en lo que llevo de viaje.

Película 1: Brave.
Película 2: Men in black III
Película 3: Blancanieves y el cazador.
Aún así y por mucho que venda la moto de estar entretenida, el autoengaño siempre me funciono perfectamente y es que tengo las piernas como Forrest Gump de jovencito de estar tanto tiempo sentada. Creo que he olvidado como se andaba.

Pantalla con información sobre el vuelo
A medio camino de todo
Por cierto, casi se me olvida comentar un pequeño detalle de las películas. El idioma era latino. Sí, la-ti-no. Escena tras escena, película tras película. Ahora sé que jamás voy a olvidar la voz de Will Smith o Charlize Theron :)

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