- Bonito día, ¿verdad?Mi ordenador y cámara réflex fueron sustraídas de mi piso. He perdido trabajos de la facultad, fotografías de mis viajes y otros documentos importantes. Aunque por alguna extraña razón no me lo llegué a tomar mal.
- Sí, voy a recordarlo toda mi vida.
- Tampoco es para tanto.
- Créeme que sí.
Mi compañera corrió la misma suerte. Se quedó sin portátil y 4000 pesos. Ella lloró como si no hubiese mañana porque no sabía qué hacer con su vida.
Canalicé mi tristeza y ganas de tirotear a toda persona residente en Cuernvaca en beber cerveza el último fin de semana que me tocaba vivir en México.
Publicar un comentario